Trascendió de Milenio Diario, dice:

Que el cártel de Sinaloa le ha vuelto a mostrar el músculo al gobierno federal a través de una variante en su estrategia de venganza y escarmiento contra mandos policiacos.

Para no quemar a sus propios sicarios, los capos sinaloenses utilizan a bandas locales de delincuentes, que muchas veces ignoran quiénes son sus blancos. En el caso del asesinato de Édgar Millán, su ejecutor, Alejandro Ramírez, admitió ya ante la policía que de haber sabido, no habría aceptado la encomienda.

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Ahora sí aplica la célebre frase de Chava Flores: De haber sabido, ni nazco.