Bajo Reserva de El Universal dice:
Doña Imelda Guzmán, quien carga con la cruz de ser la esposa del gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, debió entender que nada puede parar los desatinos del padre de sus hijos, como sucedió el pasado 23 de abril, cuando lanzó improperios a sus críticos y, de manera soez y corriente, habló a sus colaboradores, y no se diga al cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez. Nos cuentan que a don Emilio, al regresar a su lugar en la mesa de honor de la reunión de beneficencia en la que se encontraba, su consorte le pidió que cuidara sus palabras. Cual fue la sorpresa de los que ahí estaban cuando le dijo a su compañera: “Pues tú también me vales madre”. Contra eso, no se puede. En el PAN, en la colonia del Valle, dicen que en el pecado llevan la penitencia. “No tiene la culpa Emilio, sino el partido que lo hizo candidato”.
en este mundo no cometen errores solo los que ya le vailaron, y el que este libre de culpa que empiece a consumir carne humana.