Por Leo Agusto, alma de nini

Incapaz de generar empleos y comprometerse con su juventud, el Estado mexicano ha pasado de ser una enorme fábrica de pobres a ser una fábrica de muertos por la guerra contra el crimen organizado. Además, se ha cortado en el presente el futuro de la juventud mexicana donde encontramos a 7 millones de jovenes que no estudian ni trabajan.

Muchos ninis han sido reclutados por el narco, un entorno donde viven rápido y mueren jóvenes y, quizá, esa ha sido la lógica del razonamiento del gobernador de Chihuahua, César Duarte, de enviar en próximos días una inciativa a la Cámara de Diputados de Servicio Militar obligatorio de tres años para «salvar» a la juventud nini de las garras del narco.

Con información de Juan Manuel Cruz, corresponsal de El Universal en Chihuahua